jueves, 1 de diciembre de 2011

Evangelizacion. Fila 3. parte 3

La evangelización en la Nueva España. Fue un proceso que implicó mediante la enseñanza obligatoria de la religión católica en los territorios de la Nueva España, la transmisión de la cultura occidental. La religión católica fue un elemento clave en la expansión del Imperio español y punto fundamental en su desarrollo posterior al ser la Iglesia Católica un aliado político de los españoles y los conquistadores, quienes justificaron en todo momento sus acciones expansivas en el derecho divino y la enseñanza de la fe católica para los infieles.
En el caso de la Nueva España la enseñanza de la religión fue una necesidad primordial al tener enormes núcleos de población en Mesoamérica con un grado avanzado de desarrollo religioso, así como estados teocráticos y prácticas opuestas a principios religiosos occidentales como el sacrificio humano y la poligamia. Millones de indígenas tenían que ser adoctrinados en el catolicismo por el Imperio español para dos fines fundamentales: la salvación eterna, el Credo católico y la integración inmediata a los usos occidentales.
Hernán Cortés a sabiendas de la situación del clero secular en España- solicitó en su tercera Carta de Relación a Carlos V "misioneros de las Órdenes de San Francisco y Santo Domingo, los cuales tengan los más largos poderes que Su Majestad pudiere", los cuales arribarían a los territorios recién conquistados a enseñar la religión católica a los conquistados.


Tres franciscanos llegaron en la expedición cortesiana, pero no sería hasta el 15 de mayo de 1524 cuando arribó al puerto de Veracruz el grupo de los llamados Doce primeros franciscanos: Martín de Valencia, Francisco de Soto, Martín de la Coruña, Juan Xuarez, Antonio de Ciudad Rodrigo, Toribio de Benavente (Motolinía), García de Cisneros, Luis de Fuensalida, Juan de Ribas, Francisco Jiménez, Andrés de Cordoba y Juan de Palos. Un interesante testimonio de su arribo y el primer contacto con los tlamatinime indígenas fue recogido de la tradición oral por Bernardino de Sahagún en sus Colloquios y doctrina christiana con que los doze frayles de San Francisco enbiados por el Papa Adriano Sesto y por el Emperador Carlos quinto convirtieron a los indios de la Nueva España en lengua Mexicana y Española.

Las ordenes mendicantes

Antiguo convento de San Nicolás Tolentino en Actopan, Hidalgo.
  • Franciscanos, arribaron en 1524.
  • Jesuitas, arribaron en 1526.
  • Agustinos, arribaron en 1533. 

La inquisición

La Inquisición española fue establecida en la Corona de Castilla y en la Corona de Aragón por orden de Isabel I y Fernando II, en 1479. Pedro Arbués fue el primer inquisidor general, asesinado en 1485. Tras la caída de Granada, los moros y judíos que se negaron a convertirse al catolicismo fueron expulsados y asesinados por no dejarse manipular por ellos en 1492, algunos de ellos procesados por la inquisición, ejecutados y sus bienes confiscados. Al tomar posesión del Nuevo Mundo, Pablo III, pontífice de Roma, sugirió a Carlos I establecer el Santo Oficio de la Inquisición en América, pero las guerras en que el emperador estaba enfrascado impidieron realizar su objetivo. Abdicó Carlos I en su hijo Felipe II, quien durante los primeros años siguió la política de su padre, pero pudo instituir el Santo Oficio en Nueva España hacia 1571. Desde e1569 se establecieron los primeros tribunales en Lima y Cartagena de Indias. Fernando Valdés, inquisidor general con sede en Toledo, dictó las primeras dispensas para la inquisición novohispana. Ya desde los primeros años de la Colonia se habían dictado reservas para la persecución de herejes, castigo de blasfemias (instituida por Cortés en 1520, un año antes de la caída de Tenochtitlan) y proceso de idólatras, cuyo primer caso fue llevado por Nuño Beltrán de Guzmán contra un pueblo de tarascos, en 1530. Pedro Moya y Contreras fue el primer inquisidor general del Virreinato hasta su muerte en 1591. Pablo IV organizó el índice de libros prohibidos, que tuvo vigencia en Nueva España hasta 1820, año de la supresión del Santo Oficio. La tortura se empleaba como método para obtener confesiones y para castigar, siendo muchas veces exhibidos públicamente los condenados, usando un sambenito, poco antes de ser quemados en la hoguera mediante autos de fe. La revolución de Rafael de Riego, que dio origen al Trienio Liberal, suprimió definitivamente la Inquisición en marzo de 1820, siendo sus últimas labores la persecución de los liberales contrarios a Fernando VII. En América se fomentó la Leyenda Negra de la Inquisición Española, teniendo en los relatos de sentenciados fuente de referencia.

 


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